Valeria Rebolledo, directora DRII UTEM: «Un intercambio significa desafiar los propios límites y descubrir nuevas formas de pensar»
Autor: Joaquín|
Coordinadora de Acreditación de Postgrado y consultora senior en la Comisión Nacional de Acreditación (CNA-Chile) son algunas de las tareas que ha realizado Valeria Rebolledo Robert, quien ha asumido recientemente en la Dirección de Internacionalización y Relaciones Institucionales. Cuenta también con más de diez años de experiencia en gestión académica, aseguramiento de la calidad y proyectos internacionales.
En esta conversación destaca la importancia de vivir la experiencia de un intercambio académico, de cómo se potencia el aprendizaje y la comprensión de la disciplina que se estudia. Porque “es una experiencia que te cambia para siempre, tanto en lo profesional como en lo personal”, subraya.
Comenta también que si bien actualmente la internacionalización no sólo se limita a estudiar en el extranjero -tomando importancia experiencias de intercambio a través de las plataformas digitales- hay que seguir “democratizando estas oportunidades y que estén al alcance de toda la comunidad universitaria”.
Teniendo en cuenta su experiencia de vida y trayectoria laboral, para un estudiante ¿cuál es la importancia de realizar un intercambio académico?
– En mi caso, tuve la oportunidad de estudiar en el extranjero y vivir fuera de Chile durante diez años. Esa experiencia fue profundamente transformadora y marcó no sólo mi trayectoria profesional, sino que también mi manera de ver el mundo. Me permitió acceder a otros enfoques disciplinarios y prácticas académicas distintas y también me ayudó a entender que el conocimiento es más amplio cuando se conecta con diversas culturas. Para un estudiante, hacer un intercambio significa abrirse al mundo, conocer otras realidades, desafiar sus propios límites y descubrir nuevas formas de pensar y resolver problemas. Es una experiencia que te cambia para siempre, tanto en lo profesional como en lo personal.
Lejos de los beneficios académicos, ¿cómo puede llegar a influir en la visión general de una persona el realizar un intercambio?
– Una experiencia de movilidad no solo forma profesionales, sino también personas. Cambiar de contexto, enfrentarse a lo desconocido y convivir con otras culturas fortalece la autonomía, la empatía y la resiliencia. Te obliga a salir de tu zona de confort y a confiar en tus propias capacidades. Además, amplía tu visión de mundo, te hace más consciente de las desigualdades, pero también de las posibilidades de cooperación. Esa apertura cultural e intelectual es clave para construir una ciudadanía global crítica y comprometida.
Párrafo
¿Cuál es el principal mito que se puede observar sobre la internacionalización en la educación superior?
– Uno de los principales mitos es pensar que la internacionalización se limita a estudiar en el extranjero. Si bien la movilidad académica presencial es importante, no es el único camino. Hoy hablamos de una “internacionalización comprensiva”, que también se vive en casa: a través de proyectos colaborativos con universidades extranjeras, clases espejo, COILs, actividades multiculturales o el desarrollo de competencias globales desde el aula. Otro mito es que la internacionalización es sólo para “algunos”, cuando el desafío es justamente democratizar estas oportunidades y que estén al alcance de toda la comunidad universitaria, sin importar su origen o situación socioeconómica.
¿Qué acciones está realizando la DRII para promover la participación de las y los estudiantes en los procesos de internacionalización?
– En el presente, estamos fortaleciendo nuestros programas de movilidad de pregrado como PIIUTEM, que permite a los y las estudiantes vivir experiencias académicas en el extranjero.
También estamos trabajando en modernizar nuestros procesos de tramitación y formalización de alianzas internacionales, con el fin de actuar de forma más ágil y eficiente en esta materia. Ademas, contamos con un nuevo equipo de trabajo en la dirección compuesto por cuatro profesionales de excelente calidad, quienes se encargan de las distintas áreas que requiere la gestión de una dirección como esta: movilidad entrante y saliente, alianzas institucionales, difusión de la internacionalización, y planificación y control de gestión de nuestras actividades. Nuestro enfoque está en monitorear continuamente lo que hacemos para mejorar de forma constante.
A nivel institucional, el 30 de mayo se aprobó una nueva Política de Internacionalización que nos permite trabajar con una visión compartida, con principios de inclusión, cooperación horizontal y compromiso territorial. A futuro, para el próximo año debemos hacer la bajada estratégica de esta política. Vamos a convocar al Comité Consultivo de Internacionalización, que contará con representantes de cada facultad.
Desde la DRII empezaremos con un trabajo territorial para acercar la Dirección a las escuelas, directores de carrera y de programa, facultades, entre otros actores institucionales.
Se debe avanzar en la creación de dobles titulaciones, expandir el uso de plataformas virtuales de intercambio, y generar espacios para que toda la comunidad —no sólo estudiantes— se involucre en procesos internacionales.
¿Qué mensaje le dejaría al estudiantado?
– Les diría que se atrevan. Que la internacionalización no es algo lejano ni exclusivo: es una herramienta para crecer, transformar sus trayectorias y abrir caminos nuevos. El mundo necesita profesionales con mirada crítica, con compromiso social y con capacidad de trabajar en contextos diversos. Y eso se construye desde hoy. Como universidad pública, nuestro compromiso es acompañarles, generar las condiciones para que puedan vivir estas experiencias y hacer del mundo un espacio más justo y colaborativo.