Exitoso taller de expresión y gestión emocional para estudiantes UTEM
Autor: Joaquín|
Entendiendo las dificultades y exigencias académicas, inseguridades personales y situaciones de crisis que afectan el bienestar emocional del estudiantado en el proceso formativo, la coordinadora en FAE de la Unidad de Acompañamiento e Inclusión Estudiantil (UIAE), Digna Morales organizó las diversas jornadas que configuraron este importante taller.
El taller se desarrolla a través de sesiones presenciales, una vez por semana, con una duración de 60-90 minutos cada una. En estas sesiones se utilizan diferentes metodologías activas, participativas y expresivas, basadas en el enfoque del Trabajo Social Clínico y las pedagogías del cuidado.
Cada sesión aborda una emoción distinta, relacionada con el contexto universitario, a través de actividades como dibujo, pintura, collage, dinámicas de conversación y reflexión. Se promueve la escucha activa, la validación emocional y el respeto por los ritmos y límites de cada participante.
En ese sentido, la trabajadora social y facilitadora del taller comenta que la instancia busca “aportar un espacio seguro de autocuidado y bienestar colectivo, donde las y los estudiantes pudieran experimentar herramientas de gestión emocional, reconociendo como su bienestar influye directamente en su rendimiento académico y en su experiencia universitaria en la amplitud que esta conlleva.
Asimismo, Morales destaca la importancia de entregar herramientas para trabajar la autorregulación, debido a que “es un proceso clave para el aprendizaje y se encuentra profundamente atravesado por las emociones y el contexto, lo que hace del autocuidado un pilar fundamental en la experiencia formativa. Pero además las y los estudiantes son personas integrales, con historias y proyectos propios, que participan de la vida universitaria más allá del rendimiento académico.
Para finalizar, la profesional hizo un llamado a la comunidad a recordar lo comunitario:”En un tiempo donde se tiende a personalizar las responsabilidades y la individualidad aparece como norma, quisiera que todos recordemos que no tenemos que transitar solos nuestros procesos. El cuidado y la colaboración son también formas de aprender a vivir y a estar en comunidad. Cuando la salud se entiende solo desde la persona como individuo, se corre el riesgo de generar mayor sufrimiento: si no hay mejora, se piensa que es “culpa” propia. Sin embargo, no hay salud mental posible sin condiciones de vida que garanticen bienestar, seguridad y redes de soporte. No podemos crecer como individuos sin una sociedad que nos sostenga“.